COLONIA (viajar y volver)
Siempre que voy de vacaciones a una ciudad que me gusta, empiezo a fantasear con algunos planes de imaginar empleos o negocios de cosas que podría hacer para vivir en esa ciudad; hace poco fui a Colonia, en Uruguay, es un pueblo hermoso; tranquilo, de calles empedradas, con unos cafés hermosos donde uno se puede sentar a ver el atardecer tomando una buena cerveza , de esas grandes de 2 litro, y por lo tanto se toma compartida, también te puedes sentar a ver el sol reflejándose en el Rio de la Plata, y luego ver cómo va escondiéndose en el agua lentamente , con hermosos colores ,hasta desaparecer; es un pueblo tranquilo donde puedes dejar las puertas del carro abierto, y al regresar, el carro sigue allí!!; donde la gente se conoce y se detienen a saludarse, en fin un pueblo con lugares y paisajes de películas .
Sin embargo algunas cosas siempre me hacen desistir de la idea de irme de mi país, por un lado mi poca tolerancia al frio, si me congelo al comienzo de la primavera, no me quiero imaginar el frio del invierno!!!; por otro lado no me imagino vivir lejos de mi país, siempre extraño mi país, mi patria, y no sé exactamente qué es eso o que lo conforman, pero extraño muchísimas cosas , no es solo a mi familia; es el clima de verano todo el año, aunque a veces me dé mucho calor, es la informalidad de nosotros aun cuando a veces me saque de quicio que esa misma informalidad haga que muchas cosas no funcionen, lo hospitalarios que somos, mis amistades, la diversidad de paisajes de mi país, por ejemplo nuestras paradisiacas playas!! y otro grupo de sensaciones y emociones intangibles que no sabría enumerar en una lista, por eso sueño con que este país funcione mejor, con que podamos construir un país donde mis sobrinos puedan caminar por las calles y movilizarse por si solos, no sé cómo se hace eso, no sé cómo se construye un país que funcione, pero de este último viaje pude notar que aun cuando son países económicamente más pobres que nosotros , tienen algo muy importante para avanzar y es cultura de trabajo, y es que definitivamente el trabajo dignifica al ser humano.
Foto: atardecer el Colonia.
Sin embargo algunas cosas siempre me hacen desistir de la idea de irme de mi país, por un lado mi poca tolerancia al frio, si me congelo al comienzo de la primavera, no me quiero imaginar el frio del invierno!!!; por otro lado no me imagino vivir lejos de mi país, siempre extraño mi país, mi patria, y no sé exactamente qué es eso o que lo conforman, pero extraño muchísimas cosas , no es solo a mi familia; es el clima de verano todo el año, aunque a veces me dé mucho calor, es la informalidad de nosotros aun cuando a veces me saque de quicio que esa misma informalidad haga que muchas cosas no funcionen, lo hospitalarios que somos, mis amistades, la diversidad de paisajes de mi país, por ejemplo nuestras paradisiacas playas!! y otro grupo de sensaciones y emociones intangibles que no sabría enumerar en una lista, por eso sueño con que este país funcione mejor, con que podamos construir un país donde mis sobrinos puedan caminar por las calles y movilizarse por si solos, no sé cómo se hace eso, no sé cómo se construye un país que funcione, pero de este último viaje pude notar que aun cuando son países económicamente más pobres que nosotros , tienen algo muy importante para avanzar y es cultura de trabajo, y es que definitivamente el trabajo dignifica al ser humano.
Foto: atardecer el Colonia.