jueves, 16 de diciembre de 2010

¡Que suerte que no nos colonizaron los ingleses!



Esta noche me disponía a ir a un concierto de Navidad que ofrece Casa Propia desde hace 7 años todos los Diciembre, con mi adorado Huascar Barradas, a diferencia de los otros años este no sería gratuito, era necesario llevar alguna donación para los damnificados que ha generado las terribles lluvias de los últimos días; cuando le comente a mi mama del concierto me dijo, ¿y tú crees que consigas entradas? Y le dije claro me voy temprano!!
El concierto era a las 8 y yo salgo de la oficina a las 6, menos hoy que me encontré la noticia de que para no trabajar el 24, ni 31, vamos a trabajar toda la semana hasta las 7, y como los jefes deben dar el ejemplo, pues me quede hasta esa hora, justo a las 7 salí corriendo a una farmacia para comprar medicamentos (esa sería mi donación) , llegue al teatro a las 7: 40 y por supuesto no había entradas!!! Pero fue allí cuando comenzó a cambiar mi día , una bella amiga me había guardado una entrada!!!! Así que pude entrar al concierto, ya adentro tuve la agradable sorpresa de que mi silla estaba al lado de unos amigos a quienes quiero muchísimo, así que comenzamos a conversar, por alguna razón hablamos de lo mala que era la TV española y de que gracias a esa herencia la nuestra no podría ser distinta, bromeamos acerca del hecho de lo distinto que seriamos si nos hubiesen conquistado los ingleses.
Empezó el concierto, y a la segunda o tercera canción Huascar invito a subir a los niños del público para cantar junto a los niños cantores de Lara quienes también aparecieron en escena, empecé a emocionarme muchísimo con cada canción de navidad , las que he oído desde mi niñez y durante toda mi vida, las que nos hacen recordar algún coro al que pertenecimos, a alguna paradura Andina a la que asistimos, o las serenatas espontáneas dadas cuando eramos niños, que íbamos de casa en casa a cantarle a los pesebre , desafinadisimos!!! Pero la gente nos abría la puerta. Con toda esta emoción que me produjo la música recordé a mi amiga María Beatriz y de cómo ella disfruta la música, y luego escribe bellísimo sobre los concierto a los que va, y uno puede sentir el concierto a través de ella y es que ella, vive al máximo el momento, disfruta intensamente la vida!
Hubo un momento en el cual no pude aguantar las ganas de llorar, y fue cuando Huascar toco “Pajarillo” solo para que uno de los niños que subió a tocar maracas, pudiera mostrar lo maravilloso que era en ese instrumento, el niño tiene solo 7 años, y toca excelente, pero como decimos acá, “hijo de gato caza ratón” claro es hijo de uno de los mejores maraqueros de Venezuela Juan Ernesto Laya, el niño toco con una pasión y una destreza, impresionante para su edad, al final de su interpretación todo el mundo comenzó a aplaudir, y yo no aguante y me puse de pie de inmediato, y al final todo el teatro se paró a aplaudirlo.
Mientras el concierto se desarrollaba, yo pensaba en lo rica de nuestra música, lo bella de las canciones de navidad, nuestra comida, las hallacas, el dulce de lechosa, en fin tantas cosas que hacen que nuestra navidad sea tan especial, y particularmente es una fecha que me encanta, aunque este año aun no he ni decorado mi casa, pero eso es otro cuento; para terminar el concierto vino la gaita y ¡se armo la fiesta! Y es que los venezolanos definitivamente armamos parranda donde sea, esa mezcla nuestra entre español, negro e indio, nos hace llevar la música por dentro, no podemos oír una salsa, un merengue o una gaita sin que se nos mueva al menos la pierna solita. Al final del concierto, continuo la fiesta con los músicos, allí había gente que nunca había visto pero que parecía que nos conociéramos de toda la vida; y al final de la noche ya en mi casa pensé. ¡Que suerte que no nos colonizaron los ingleses!!!

1 comentario:

La Negra dijo...

Qué experiencia más hermosa! La viví completica a través de tí. Tienes tanta razón cuando dices "Y es que los venezolanos definitivamente armamos parranda donde sea, esa mezcla nuestra entre español, negro e indio, nos hace llevar la música por dentro, no podemos oír una salsa, un merengue o una gaita sin que se nos mueva al menos la pierna solita." Aparte, yo extraño tanto eso de rumbear con la gente y sentir como si uno los conociera de toda la vida... Es que en Venezuela sucede lo que comento yo aquí en Florida con los venezolanos, hasta nuestras peas son reales jajajaj. La gente se abraza y se dice que se quiere porque lo siente de verdad. Yo te apoyo amiga: ¡Que suerte que no nos colonizaron los ingleses!